lunes, 13 de junio de 2011

Facies

Las facies se refieren al aspecto o expresión de la cara. A medida que transcurre la entrevista médica, es posible captar si el paciente está sereno, angustiado, depresivo, etc. La expresión de su cara lo delata en una serie de aspectos.

La facie de un paciente puede presentar rasgos característicos que orientan a una determinada enfermedad. Algunas de las facies más comunes son:

  • Facies cianótica: es la coloración azulada más notable en las mejillas, la nariz, los lóbulos de las orejas y los labios. Se presenta cuando la hemoglobina reducida supera los 5 g/dL.

Facies cianótica.

  • Facies caquéctica: aparece en la desnutrición extrema. La disminución del panículo adiposo hace resaltar los relieves óseos (arco cigomático, orbitas, regiones temporales). Los rasgos se afilan.

Facies caquéctica.




  • Facies edematosa: el edema de la cara se hace muy prominente en los parpados debido a la laxitud de su tejido celular subcutáneo. Es muy característica de la glomerulonefritis difusa aguda y del síndrome nefrótico.

Facies adenomatosa.





  • Facie acromegálica:


Se caracteriza por la prominencia de la mandíbula, protrusión del hueso frontal, rasgos toscos por crecimiento de huesos y tejidos blandos, lengua grande (macroglosia). Se encuentra en tumores hipofisiarios productores de hormona de crecimiento.


  • Facie cushingoide:

La cara se ve más redonda (“cara de luna llena”), la piel se aprecia más fina y eritematosa y es frecuente observar mayor cantidad de vellos y lesiones de acné. Se ve en cuadros asociados a exceso de corticoides.


  • Facie hipertiroidia:


Se caracteriza por una mirada expresiva, que está determinada por una ligera retracción del párpado superior; en algunos pacientes existe un exoftalmo (protrusión de los globos oculares). La piel se aprecia fina y húmeda. Se asocia a un exceso de hormona tiroídea. Al solicitar al paciente que siga con la mirada el dedo del examinador desde arriba hacia abajo, se hace más notoria la esclera del ojo entre el borde superior del iris y el borde del párpado superior. Este es el signo de Graefe.


  • Facie hipotiroidea o mixedematosa:


Destaca la poca expresividad del rostro, asociado a rasgos abotagados (viene de “hinchazón”), aspecto pálido amarillento, piel áspera y pastosa, pelo escaso, edema periorbitario y macroglosia; con alguna frecuencia se pierden las cejas en los lados externos. Se asocia a cuadros en los que existe un déficit de hormona tiroidea.


  • Facie hipocrática:

Puede encontrarse en enfermedades graves como una peritonitis aguda o un estado de shock (colapso circulatorio). Se caracteriza por un perfil enjuto (delgado), con ojos hundidos, ojeras, palidez y sudor frío.

  • Facie mongólica:


Se aprecia una inclinación mongoloide de los ojos, con pliegues epicánticos (pliegue de la piel que cubre el ángulo interno y carúncula de los ojos), puente nasal aplanado, implantación baja de las orejas y macroglosia.


  • Facie parkinsoniana:

Se ve en pacientes con enfermedad de Parkinson. Se caracteriza porque la cara presenta muy poca expresividad (hipomimia) y los pacientes pestañean poco. Ocasionalmente se les puede escurrir un poco de saliva por las comisuras labiales.


  • Facie febril:

Se caracteriza por rubicundez, especialmente de las mejillas, y ojos brillantes.
  • Facie mitrálica:

Se observa en algunos enfermos con estenosis mitral. Las mejillas se presentan con una rubicundez cianótica.





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